Copias de seguridad de un ERP
Incendios, inundaciones, robos, vandalismo, ciberdelincuencia, infección por malware, hacktivismo, etc., son algunos escenarios que podrían afectar negativamente a tu empresa o negocio si no tienes copias de seguridad.

¿ Por qué hacer copias de seguridad ?

La información representa el principal activo de cualquier organización. Su pérdida, independientemente del motivo, es irremplazable en la mayoría de los casos. Realizar copias de seguridad de forma periódica es, en muchas ocasiones, la única forma de garantizar que la información puede ser recuperada en caso de desastre.

Algunos datos interesantes sobre las copias de seguridad y que sirven para concienciar sobre la importancia de estas, son:

Gran cantidad de información sin proteger debidamente

Más de la mitad de las empresas de menos de 10 empleados (59,17%) no realizan una copia de seguridad externa de su información. Estos datos mejoran ligeramente en PyMES con más empleados (40,38% para empresas de 10 a 49 y 29,43% en las de hasta 249). Aun así, el resultado es una gran cantidad de información desprotegida y sin copia de seguridad.

Los desastres también pueden ser accidentales

Las infecciones por malware, el sabotaje por parte de insiders o el vandalismo no son las únicas vías por las que se puede perder información. Las pérdidas accidentales causadas por borrados erróneos, inundaciones, incendios o golpes son frecuentes. Además, los soportes tienen una vida útil limitada, por lo que no tener en cuenta su posible deterioro con el tiempo, es un error.

Los dispositivos móviles vulnerables al robo o pérdida

Y con ellos toda la información que gestionan o a la que tienen acceso, está en riesgo. Los dispositivos móviles se han convertido en el dispositivo que centraliza gran parte de la información de la empresa. Su pérdida o robo puede poner en peligro la continuidad del negocio.

Infecciones por malware

El malware es un tipo de amenaza que siempre estará presente. Además, en los últimos años, la gran mayoría del malware tiene como objetivo la información de sus víctimas, como ya se pudo comprobar con el famoso ransomware conocido como WannaCry.