Afrontamos un desafío nunca antes visto en el Perú, la mayoría de empresas van a sufrir un duro golpe en su funcionamiento, esto no solamente durante la cuarentena, sino sobre todo luego de ella, cuando se empiece a reactivar la economía, lo cual va a ser un proceso largo, paulatino, y considerando que algunas industrias no se van a reactivar totalmente.
Dentro de las empresas las más vulnerables a dichos efectos van a ser las PYMES, dado que no cuentan con una “espalda financiera” como las empresas grandes que les permitan sobre llevar mejor la actual crisis.
Dependiendo del rubro, algunas empresas funcionan de igual manera (o incluso más), otras funcionan con operaciones restringidas, y otras han dejado completamente de operar. En la mayoría de casos, las PYMES deben entrar en época de “sobrevivencia”, hacer lo necesario para garantizar la continuidad de su funcionamiento luego de la crisis.
Esta es una excelente oportunidad para las empresas que acepten el reto, de posicionarse como el proverbial “aliado estratégico” de sus clientes.
Nunca antes se ha tenido la necesidad que se tiene ahora de reducir gastos y maximizar ingresos, se pueden contemplar reducciones de producción en muchos casos, es entendible, pero lo que JAMÁS deben hacer es recortar la calidad de los productos o servicios ofrecidos, esto no solo traerá menos ingresos, sino que la imagen de la empresa quedará inevitablemente dañada, y recuperarse de ello será casi imposible.
Dentro de los gastos, se deben recortar los que no apoyen directamente al sostenimiento de la empresa, dentro de los cuales hay muchos y muy variados, y lo más importante es que se debe mantener una comunicación constante y abierta con los miembros de la empresa para que sepan cuáles son nuestros objetivos durante y después la crisis, y es casi seguro que tendrán el apoyo y entendimiento de sus empleados.
El gobierno está haciendo lo posible por ayudar a paliar la crisis, las PYMES deben estar muy atentas a todo apoyo que puedan usar para ayudarse a sí mismas, subsidios, procesos simplificados, bonos, etc. Deben ser más que nunca tomados en cuenta. También los pagos de clientes y a proveedores se verán afectados, se pueden usar herramientas como factoring, para ayudar a aumentar el flujo de ingresos.
Algunas empresas pueden hacer un “adelanto de ventas” haciendo facturación ahora para producir después, o también haciendo contratos / compromisos a futuro con los clientes que se pueda, para poder garantizar ventas luego de la crisis que será cuando la PYME quede con menos recursos comerciales.
Esta es una excelente oportunidad para las empresas que acepten el reto, de posicionarse como el proverbial “aliado estratégico” de sus clientes. En momentos de crisis se puede optar por la decisión más difícil y más osada de hacer “un poco más de lo debido” por sus servicios y por sus clientes, y estamos seguros que el mercado lo sabrá reconocer.
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fuente:negocioseinnovacion.com
