Con la llegada de la digitalización a las empresas, su capacidad de guardar y estructurar de forma ordenada los datos se ha convertido en un factor clave para la toma de decisiones fundamentadas. Por ello, el mercado ha empezado a presentar distintas herramientas con el objetivo de facilitar la consulta, ordenación y consumo de toda esta información, algo que puede llegar a ser una palanca de cambio y de generación de negocio.
Cuando hablamos de ERP nos referimos a una herramienta de software que permite una gestión unificada de las diferentes áreas de una empresa (laboral, comercial, compras, logística, producción y financiera). Además, gracias a las soluciones verticales especializadas, se adapta a cada empresa y a cualquier sector de actividad.
En definitiva, es un sistema de planificación de recursos empresariales (Enterprise Resource Planning o ERP) que supone una solución de gran ayuda para la gestión de empresas de todos los tamaños, también de las pequeñas o medianas, aunque no tengan grandes presupuestos.
¿Para que sirve un ERP?
El ERP sirve para agilizar el trabajo diario, ya que conecta todos departamentos internos y las acciones que estos desempeñan. De esta manera, se produce un ahorro de tiempo considerable a diferencia del sistema tradicional de procesamiento de la información.
Al permitir que cualquier persona de la empresa tenga acceso, por ejemplo, al estado del pedido de un cliente, aumenta de inmediato la agilidad en su preparación, envío y facturación.
