Gracias a la instalación de un ERP en tu empresa, podrás centralizar todos los procesos en una sola herramienta. Por ejemplo, en el sector hortofrutícola puedes controlar la producción, la contabilidad, la plantilla, las tareas administrativas, y mucho más, desde un solo software.

Así, se evitarán duplicar las tareas, tener versiones de las tareas desactualizadas y minimizar cualquier error que proceda de la gestión.

Capturar todos los datos en tiempo real es otra de las ventajas de contar con un ERP en empresas del sector agrario. Así, nuestro almacén estará monitorizado en todo momento: ¿Cuánta fruta entra? ¿Cuánta se distribuye? ¿Cuánta se tiene que desechar? Todas estas preguntas se pueden responder al momento y sin necesidad de una exhaustiva búsqueda de información. ¡Los operarios del almacén, y toda la plantilla, te lo agradecerán!

Además, gracias a este tipo de soluciones, podemos personalizar el software según nuestro interés. Por ejemplo, algunos indicadores nos resultarán más importantes que otros, mientras que otros a nuestra empresa no le interesan y, por ende, no queremos que nos sature de información.

Como ya hemos mencionado anteriormente, las herramientas ERP automatizan los procesos. Y es que, al incluir ciertos datos, todas las personas con acceso a esa información conocerán al detalle todos y cada uno de los cambios producidos. Por ejemplo, imagina que tienes una agencia comercializadora de fruta. Si, inesperadamente, entran más kilos de fruta por un nuevo proveedor, al indicarlo en el programa, aparecerá en todos los dispositivos donde esté instalada en tiempo real.

Por otro lado, al conocer la actividad al detalle y el rendimiento de los procesos y de la plantilla, podemos analizar qué áreas no están funcionando del todo bien o no están aprovechando todos sus recursos. Además, podremos calcular los costes diarios por producto y/o kilo confeccionado.